¡En IAGT nos colamos en las oficinas de Google Mountain View gracias a nuestro próximo entrevistado!
Una idea de negocio que comenzó en un garaje y que actualmente se ha convertido en una de las mejores empresas para trabajar en EE.UU. Las extravagancias, curiosidades y proyectos de esta empresa han conseguido llamar la atención de millones de usuarios y de sus más de 50.000 trabajadores. Se caracteriza por una filosofía: «work hard, play harder».
Francesc Campoy, Developer Programs Engineer para Go, nos acerca un poco más esta teoría de Google.
– Twitter: @campoy83
– ¿Cómo llegastes a Google?
Una larga historia. Estaba trabajando en Amadeus SAS, en la Costa Azul, y decidí probar algo nuevo. Así que postulé a Google Dublín. Pase unas cuantas entrevistas telefónicas y pronto me pagaron el viaje para visitar las oficinas.
No sabía a lo que iba en realidad, y aunque las entrevistas fueron relativamente bien, no fue suficiente. Al cabo de un tiempo me contactaron para otro puesto, pero tampoco funcionó.
Al final, cuando ya pensaba que Google no me quería, volvieron a contactar conmigo y me propusieron un puesto de Software Engineer en Mountain View. Me preparé las entrevistas más de lo que me he preparado ningún examen en mi vida, y aparentemente sirvió de algo, porque al cabo de unas semanas, el 22 de diciembre de 2010, ¡me tocó el premio gordo!
– ¿Cómo es el proceso de selección de personal de Google? Hablan que es una de las entrevistas más duras… ¿Es pura leyenda?
Creo que la historia de como llegué da un poco la idea de la complejidad de las entrevistas. Yo diría que son más complicadas que cualquier examen que haya hecho durante mis estudios, ya que entran todas las materias a la vez, y no hay apuntes que valgan.
Por otro lado, ¡son divertidísimas! Tengo muy buenos recuerdos de todas mis entrevistas y entrevistadores, que por cierto son ingenieros como otro cualquiera. Conozco empresas en las que pasas entrevistas técnicas con gente de recursos humanos, probablemente las entrevistas más frustrantes que haya pasado.
En Google son difíciles, pero si te gusta resolver problemas complicados te das cuentas que estás en el buen lugar.
– De puertas para afuera conocemos Google como una empresa desenfada… ¿De puertas para dentro se respira la misma filosofía?
Te propongo ver “The Internship” que creo que en España se llamará “Los becarios”. No es 100% lo que vivimos, pero las oficinas se parecen bastante. Tenemos muchísima flexibilidad para trabajar tanto en horarios como ubicaciones (de hecho ahora mismo estoy en un café al sol en la calle 24 de SF).
Y aunque se trabaje mucho, la filosofía del “Work hard, play harder” se sigue al pie de la letra.
– ¿Trabajar para Google es tan impresionante como parece? ¿No recae demasiada presión sobre sus trabajadores?
Como decía antes hay presión, pero la mayoría de trabajadores tenemos pasión por lo que hacemos. Ese hecho y la flexibilidad extrema con la que trabajamos hacen que el equilibrio personal-laboral sea el mejor que me he encontrado hasta ahora
– ¿En que proyecto andas trabajando actualmente?
Desde Julio del 2012 soy Developer Programs Engineer para Go, un lenguaje de programación open source inventado en Google con la idea de hacer más fácil la vida de los desarrolladores creando software del estilo de Google.
Mi tarea es ayudar a la comunidad de desarrolladores y utilizadores creando material didáctico y organizando eventos.
– Cuando hablamos de innovación y de proyectos a futuro, Google va un paso por delante del resto… 100% proactivos ¿Dónde reside la clave?
Creo que la clave principal es el hecho de que el fracaso en Google no es algo negativo. Si no fracasas de vez en cuando es que no estás intentando nada nuevo. Esto hace que ideas que en otros entornos serían rechazadas por miedo al fracaso, en Google se lleven a cabo.
Otro factor muy importante es dar a los ingenieros un 20% de su tiempo para trabajar en proyectos diferentes a los que normalmente se dedican. Ésto ayuda a que las ideas fluyan por toda la empresa y la gente siga aprendiendo todos los días.
– Google es una empresa que marca tendencia en cuanto a su forma de trabajar y a su cultura corporativa… ¿Qué es lo más emocionante que has vivido dentro de Google?
Mi momento favorito fue ver como un invidente consiguió ser autónomo y desplazarse por su entorno gracias a un coche conducido automáticamente.
Momentos como éstos te hacen darte cuenta de que Google no es solo una empresa que genera muchos ingresos, sino que ha cambiado la vida de muchísima gente y lo sigue haciendo.
– ¿Cambiarías algo en la organización del trabajo de Google?
Realmente es difícil encontrar algo que mejorar. Todo funciona de una manera muy democrática, así que cuando algo no funciona simplemente se dice y se arregla.
– Hablando de nuestro sector… ¿Qué tecnología más innovadora va a sobresalir a medio/largo plazo?
Google Glass tiene mucho potencial para crear un conjunto de aplicaciones nunca antes imaginadas. A parte de eso, otros moonshots (proyectos imposibles) como el proyecto Loon o los self-driving cars tienen potencial para cambiar el mundo, otra vez.
– ¿Crees que la llegada al mercado de las Googles Glass pueden marcar una nueva era digital?
¡Creo que me adelanté a esta pregunta! Yo soy beta tester de Glass y le veo un potencial inmenso. Hay mucha gente que es reticente al cambio y considera que Glass no es necesario y que nadie lo utilizará en el futuro. Creo que mucha gente decía lo mismo de los telélfonos móviles no hace tanto …
– Y hablando de nueva era… ¿En qué nuevos proyectos podremos ver involucrado a Francesc Campoy?
Por ahora me quedo donde estoy, trabajando con el equipo Go. Hace poco di mi primera charla en Google I/O y fue una experiencia increible. Creo que soy adicto a esta mezcla de tecnología y relación con otros desarrolladores.
– Siempre solemos terminar las entrevistas con una misma pregunta… ¿tu invitado de honor?
Tengo a dos amigos de Madrid, a los que conocí en la escuela en Francia, con una historia increible pasando por Nueva York, Bangkok y que ahora acaban de terminar un MBA en Chicago Booth (la escuela de negocios más prestigiosa de los Estados Unidos).